Adquirir un coche es una decisión que nadie toma a la ligera. Acertar en este tipo de inversión es el objetivo, y se espera que el vehículo en cuestión no represente inconvenientes y contratiempos en la rutina diaria, así como también, que resuelva de forma cómoda y asequible los problemas de movilidad. En este contexto, existen varios parámetros a considerar.
Hoy en día, cuando nos vemos ante la tesitura de cambiar de vehículo, contamos con una variedad de opciones a nuestro alcance mucho más amplia que unos años atrás. Así, en un mercado tan variado como es el actual, resulta necesario, y hasta interesante, observar cuáles son las tendencias más destacables a la hora de adquirir un coche. Y es que, tanto si se trata de un coche nuevo como uno de ocasión, el cliente medio tiene una serie de preferencias y cuenta con motivos propios para realizar la compra.
Por qué compramos, y cuánto tardamos en decidirnos
Por lo general, la adquisición de un coche es una de las inversiones más importantes que suele hacer la gente. Además, es un paso que no se suele dar muchas veces en la vida, así que es de esperar que tendrán diversos aspectos en cuenta antes de decidirse y realizar semejante desembolso.
Más de la mitad de los conductores, de hecho, suelen fijarse especialmente en el kilometraje o en la antigüedad, ya que se considera como un parámetro que arrojará información valiosa acerca del tipo de deterioro que podría tener el vehículo en general, así como el mantenimiento que implicará tenerlo rodando constantemente. No obstante, también son muchos quienes consideran otros aspectos, como la seguridad ofrecida por el modelo en cuestión y la comodidad para transportar a los individuos que se beneficiarán de él.
En cuanto a los motivos para realizar esta inversión, estos pueden ser variados, y van desde la practicidad, el ahorro de tiempo contra el que puede implicar la movilización a través del servicio público y los problemas de logística urbana, aunque la llegada de un hijo o el cambio de trabajo suelen ser algunos de los más comunes.
Por supuesto, una compra semejante no se realiza de la noche a la mañana. De hecho, se estima que el comprador medio puede tardar algo más de dos meses en decidirse por una opción concreta. A lo largo de este proceso, el tamaño del vehículo será uno de los primeros criterios clave. Hoy en día, no obstante, también ha surgido la importancia de decidir si el vehículo será un modelo de combustión, híbrido o eléctrico, ya que eso afecta al medioambiente y a las posibles restricciones de circulación. Paradójicamente, la marca del coche es uno de los elementos que los compradores tardan más en decidir.
Internet, una opción cada vez más tenida en cuenta
Aunque comprar un coche a través de un concesionario tradicional sigue siendo una opción existente, el auge de internet, y de las herramientas relacionadas con el mundo de la automoción, ha puesto en relieve la posibilidad de adquirir vehículos a través de páginas dedicadas a este menester. Comprar un Volvo xc60 en una web especializada, o cualquier modelo deseado, ya es una realidad a la que recurre mucha gente. Este tipo de herramientas permiten que el usuario localice el modelo que desea en unos cuantos minutos, y pueda adquirirlo, incluso, a pesar de que la oportunidad se encuentre a varios cientos de kilómetros de distancia. Asimismo, cada vez es más popular la posibilidad de adquirir vehículos de ocasión y de segunda mano.
No obstante, esta no es una decisión que el cliente medio suela tomar solo. De hecho, se estima que 9 de cada 10 compradores piden consejo y ayuda a su entorno familiar o a sus amigos, y que esto influirá en la decisión que tomen.
La forma de pagar
Por último, cabe señalar que solo el 38 % de los usuarios cuentan con la capacidad de adquirir un coche pagando al contado, un porcentaje que ha descendido a lo largo de los últimos años. Por eso, es habitual que numerosas marcas se encarguen de financiar la mitad de los vehículos vendidos a través de su propia financiera.
Conclusión
Adquirir un coche nuevo o de segunda mano es una realidad que se ha simplificado considerablemente, si lo comparamos contra lo que el proceso significaba en el pasado. La oferta de coches es más variada y la posibilidad de realizar una búsqueda en internet del modelo deseado permite que las personas encuentren por sí mismas lo que necesitan. Sin embargo, aún se trata de una decisión importante, que implica una inversión de dinero considerable y, por lo tanto, está sujeta a varios factores.
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