Lavar el coche es algo que va más allá de que brille y quede sin polvo. Un mal lavado puede deteriorar a la larga la chapa y otros elementos del coche. Por eso, la limpieza de vehículos es algo que va más lejos de recurrir a una simple manguera o saber cómo usar un autolavado.
Cuando nos entregan nuestro coche en el concesionario, este está impoluto: su pintura brilla, el interior huele bien y no tiene una sola mota de polvo en ninguna parte. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, nos toca a nosotros mantener ese buen estado del vehículo. Por eso, la limpieza del coche es un aspecto fundamental, que va más allá de la estética pura y dura.
El problema surge cuando nos preguntamos cómo limpiar el coche. Algunas personas son partidarias de acudir a un autolavado de coches y pasarlo por la máquina, mientras que otros prefieren equiparse con los mejores productos de limpieza para coche que puedan encontrar y hacerlo a mano. Si tú también tienes dudas sobre cuál es la mejor forma de lavar tu vehículo, vamos a analizar las diferentes opciones disponibles y cómo dejar tu coche impecable de manera segura.
El túnel de lavado
Hablar de limpieza de vehículos es hablar de un túnel de lavado. Este sistema automatizado se encarga de limpiar tu vehículo por fuera y dejarlo impecable. En este proceso se emplea jabón para coche, así como cera para rematar la limpieza e impedir que la suciedad se acumule.
Sin embargo, este proceso no está exento de riesgos. A veces, el mantenimiento de estos equipos no es el adecuado, lo que puede provocar arañazos en la pintura. Estos también aparecen por cuestiones como la suciedad del vehículo anterior o incluso la presencia de arena o suciedad de nuestro propio vehículo, que cuando se ven arrastrados por los rodillos causan estos daños. Por eso, si el coche está demasiado sucio, no es mala idea ablandar la suciedad con un pase de pistola a presión antes de meterlo en el autolavado.
Para una correcta limpieza en el túnel, también conviene elegir el programa correcto. En invierno se recomiendan los programas completos, que incluyen espuma activa, cera, lavado de bajos, neumáticos y llantas. En verano, es mejor optar por programas más sencillos, debido a las altas temperaturas. No te olvides de colocar correctamente el coche en la zona de limpieza, plegar los espejos y recoger la antena, para evitar que se dañen. Y cuando acabes, seca el vehículo con un paño de microfibras, repasando los cristales y las zonas más complejas del carrozado.
Cómo lavar el coche a presión
Frente al autolavado, el lavado a presión se ha convertido en la mejor alternativa para limpiar nuestro vehículo. Algo importante teniendo en cuenta que hoy en día no se puede lavar el coche en la calle, bajo amenaza de multa. Así que, en lo que se refiere al lavado de coches a mano, esta es la mejor opción, por precio y opciones. Aunque si tienes espacio en casa y dispones de una máquina de limpieza a presión, sí puedes hacerlo a nivel doméstico.
Esta es la opción más adecuada para vehículos con cierta antigüedad, dado que este sistema no es tan agresivo como el de los túneles de lavado. En las máquinas industriales contamos con varios programas, con los que eliminar la suciedad, enjabonar, aclarar y encerar el coche. Si tenemos una máquina de limpieza, en la misma podemos incorporar los productos para limpiar la carrocería del coche que más te convengan, según tus necesidades concretas.
Durante este proceso de limpieza, es importante que la cortina de agua se mueva de forma progresiva y siempre en la misma dirección, de arriba hacia abajo en los laterales y del centro a los lados en la zona del techo. Mantén también la distancia adecuada tanto si estás limpiando (más cerca) o si estás aplicando la cera (algo más lejos). Tanto en tu manual de la máquina como en el cartel del lavadero de coches al que vayas tendrás más información al respecto.
Limpiando zonas complejas
Como remate de este artículo, es necesario echarles un vistazo a algunas zonas concretas del vehículo, que requieren de nuestra atención. Una de las preguntas más habituales al respecto es cómo limpiar el motor del coche. Debido a las particularidades de esta zona, es clave tener el máximo cuidado, para no romper nada. Por eso, se recomienda usar poca agua, limpiar todo el polvo que puedas y evitar tocar algún elemento peligroso como conexiones eléctricas y similares. Sobra decir que el uso de agua a presión no está recomendado en estos casos, salvo rarísimas excepciones. A cambio, conviene usar trapo, plumero, bastoncillos y un paño suave, así como productos específicos para la limpieza de esta zona tan sensible.
Más sencillo es limpiar llantas de coche, para lo que basta con disponer de una bayeta suave y un limpiador específico para llantas de aluminio. Vierte el producto conforme a las instrucciones de uso, deja actuar y limpia la llanta. Remata el trabajo aclarando la llanta, si es necesario.
Cerramos nuestros consejos hablando de la limpieza o el lavado interior del coche. Para este proceso, necesitaremos de un buen aspirador de mano, con el que eliminar toda la suciedad que se acumula en el interior. También necesitarás de paños adecuados y de un producto limpiador adaptado para salpicaderos. Por su parte, la limpieza de los asientos puede realizarse con espuma para tapicerías o incluso una vaporeta, procurando que queden bien secos cuando acabes. Un proceso similar puede usarse en el techo o en el tapizado interior, mientras que para las alfombrillas existen también productos específicos para su limpieza. No obstante, en algunas gasolineras y autolavados dispones de máquinas específicas para el lavado de alfombrillas, en caso de que estas se encuentren más sucias de la cuenta.
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