El tamaño de las llantas de nuestro coche influye de forma considerable en su estética e imagen, pero también en su comportamiento y sus parámetros de funcionamiento. Por eso, es importante valorar estos detalles a la hora de cambiar las llantas de nuestro coche por unas más grandes.
Prácticamente todos los coches del mercado, especialmente los más modernos, tienen la capacidad de montar llantas y neumáticos de diferentes diámetros. Algo que está relacionado con las amplias equivalencias existentes, así como una completa oferta de mercado, que pone a nuestra disposición todo tipo de productos adaptados al estilo que queramos darle a nuestro coche. Sin embargo, cuando buscamos las mejores llantas (pulsando este enlace puedes encontrar llantas) para nuestro coche, deberíamos preguntarnos realmente si el uso de llantas de mayor tamaño tiene influencia en los parámetros de funcionamiento del vehículo. Un misterio que desvelaremos a lo largo de este artículo.
El experimento
Esta misma duda que hemos planteado es a la que se enfrentaron los periodistas de la revista Car and Driver en su edición estadounidense: cómo influye el tamaño de las llantas en el comportamiento del vehículo. Así que para resolver la misma, se pusieron manos al volante.
El vehículo elegido fue un Volkswagen Golf 2.5, dotado de un motor de cinco cilindros en línea y una potencia de nada menos que 170 caballos. Para domar tanta potencia y transferirla de forma eficiente al asfalto, este vehículo contaba con una amplia polivalencia de neumáticos y llantas. Tanto como para ser capaz de montar desde neumáticos 195/65 con llantas de 15 pulgadas a un curioso tamaño de 235/35 con llantas de 19 pulgadas, que no es especialmente frecuente ver en las carreteras pero que existir, existe.
Así pues, en cada una de las diferentes pruebas que se realizaron se montó el mismo tipo de llantas, del modelo ASA GT1, en medidas de 16 a 19 pulgadas, manteniendo las llantas metálicas originales de 15 pulgadas para la primera prueba. Igualmente, dichas llantas se equiparon con neumáticos Goodyear Eagle GT M+S.
Una particularidad de la prueba es que estos neumáticos sirven para nieve y en España no suelen utilizarse, aunque no es previsible que el uso de neumáticos convencionales o de verano pueda modificar mucho los resultados.
Qué se midió
Para que esta prueba fuera lo más completa posible, se determinaron diferentes parámetros propios de la conducción, aunque algunos fueron más propios de un banco de pruebas convencionales. En concreto, el test evaluaba aspectos como la aceleración de 0 a 96 km/h (el equivalente a 60 millas), la aceleración de 0 a 160 km/h (100 millas), la aceleración lateral, el consumo de combustible, la sonoridad o el peso del conjunto.
Estos parámetros se midieron cambiando previamente las llantas y neumáticos del vehículo, de modo que todas las pruebas se hicieron de la misma manera y en las mismas condiciones para cada tipo de neumático.
Los resultados
Como es obvio, de todo este proceso se obtuvo una amplia gama de resultados, aunque todos apuntaban a una misma dirección. Cuanto más pequeñas eran las llantas y los neumáticos, mejores solían ser los resultados de dichas pruebas. Como muestra, en el caso de la aceleración de 0 a 96 kilómetros, las llantas de 15 pulgadas originales eran 0,3 segundos más rápidas que las de 19 pulgadas y en torno a 0,2 segundos frente a las de 17 pulgadas. Lo mismo ocurrió en la aceleración hasta los 160 kilómetros, o 100 millas, con una diferencia de nada menos que 1,1 segundos en favor de las llantas de 15 frente a las de 19, que se queda en 0,4 segundos en las llantas de 17.
En donde sí obtenían una ligera ventaja las llantas más grandes, por el mayor tamaño de la superficie en contacto, fue en la frenada. En este caso, la distancia de frenado de 96 kilómetros a 0 pasaba de los 39,6 metros en las llantas de 15 pulgadas a los 38,4 metros de las llantas de 19. Apenas 1,2 metros, que reflejan un mayor agarre de estos neumáticos más grandes. Algo parecido confirmaba el skipad, que midió el agarre durante el rodaje, aunque en este caso la diferencia, de apenas 0,05 G en favor de los modelos más anchos, podía tener más que ver con el tipo de compuesto del neumático de mayor diámetro, por tener un código de velocidad mayor.
Respecto del resto de parámetros, las diferentes llantas analizadas ofrecían resultados similares. Algo que ocurría también con el nivel de ruido (apenas 1 decibelio de variación) o el nivel de error del velocímetro, que también era despreciable. En donde sí hubo diferencia fue en el peso del conjunto de llanta y neumático. Una diferencia que pudo llegar a los 7 kilos por neumático, 28 en total en las llantas más grandes frente a las más pequeñas.
Conclusiones
Una vez que tenemos los datos, es el momento de extraer conclusiones. Como hemos visto, el uso de llantas grandes (16-17 pulgadas) o especialmente grandes (18-19 pulgadas) no aporta nada especialmente importante al vehículo más allá de su imagen. Es más, el uso de llantas de enorme tamaño incluso puede penalizar el consumo y la aceleración del vehículo. Algo que se debe al mayor esfuerzo que debe hacer el motor para mover un conjunto de neumático y llanta más grande y pesado, conforme vamos incrementando el diámetro del mismo.
Adicionalmente, para quien quiera las mejores llantas para su coche, es necesario tener en cuenta el precio. Algunas combinaciones de llanta de gran tamaño montan neumáticos que no son especialmente frecuentes en el mercado, lo que se traduce en un mayor coste frente a otros neumáticos más habituales. En el estudio mencionado, un neumático 235/35 R 19 de primer marca puede llegar a los 200 euros de coste por unidad, lo que es casi cuatro veces el coste de una rueda 195/65 R 15 del mismo fabricante.
Como consejo final, antes de hacer cualquier cambio es imprescindible revisar la ficha técnica del vehículo y verificar qué medidas de llanta son compatibles con nuestro vehículo. Algo para lo que puede que también necesitemos una tabla de equivalencias, en las que se indican todas las combinaciones de llanta y neumático aptas para un vehículo.
La estética no lo es todo. Gracias por el reportaje